Nuestro cabello es una de las partes del cuerpo que más sufren con el verano. El sol, el mar y el cloro de las piscinas perjudican seriamente el pelo, y si a esto le unimos la llegada del otoño y la disminución de horas de luz, que hacen que cambie el ritmo de producción de hormonas sintetizadas en la glándula pineal, nos encontramos con que septiembre es el mes por excelencia de la caída del pelo.
Es frecuente que a la vuelta de las vacaciones notemos que el cabello se cae, se debilite y pierda brillo.
Todas estas situaciones unidas a un mayor estrés por el comienzo de las rutinas personales y profesionales desencadenan en un incremento del la caída del cabello. Por todas estas razones es frecuente que a la vuelta de las vacaciones notemos que el cabello se cae, se debilite y pierda brillo.
El pelo tiene un ciclo de vida: crece, se estanca y se cae. Todo esto está controlado dentro de los folículos pilosos donde nace el cabello. Cada pelo se controla de una manera independiente del resto, por lo que es normal que mudemos el pelo progresivamente a lo largo de todo el año, aunque con la llegada del otoño sea más significativo debido a los cambios hormonales.
En condiciones normales podemos perder unos 100 pelos aproximadamente al día, mientras que entre septiembre y noviembre puede duplicarse o triplicarse en algunos casos.
Este proceso suele durar unos dos o tres meses, es un proceso reversible y no debemos alarmarnos siempre y cuando la persona no tenga problemas de alopecia, que en este caso si se hace necesario acudir a un especialista.
En The Hair Clinic somos especialistas en tratamientos para las distintas patologías que puede sufrir el cabello. Cada problema capilar es distinto, por ello realizamos un diagnóstico gratuito integral y específico en cada caso, desde la detección y prevención de la alopecia, hasta la recuperación del pelo mediante microinjerto capilar.