Micropigmentación

La pérdida de cabello supone un momento complicado para la mayoría de las personas que lo sufren, ya que ven alterada de manera bastante impactante su aspecto físico, y con mucha frecuencia se recurre a los últimos avances en estética para buscar solución y encontrarse más a gusto con la imagen personal de uno mismo.

La micropigmentación capilar es una técnica avanzada y sofisticada que logra un efecto óptico natural sobre el crecimiento del pelo en el cuero cabelludo. Este tratamiento es muy utilizado en la zona de las cejas para restaurar una ceja poco poblada.

Consiste en imitar, copiar y restaurar con pigmentos naturales la zona donde no hay crecimiento de vello. El resultado es lo que conocemos como cejas permanentes o tatuaje de cejas. Está indicado en los siguientes casos:

• Personas que sufren una caída de pelo permanente y que no pueden someterse a una cirugía o no quieren.
• Casos con antecedentes de cicatrices hipertróficas o queloideas donde esté contraindicado un trasplante capilar.
• Pacientes con reducción de densidad capilar.
• Personas que quieren disimular de forma sencilla las zonas con ausencia de pelo.
• Personas que se encuentran en tratamiento oral o con lociones anticaída pero que la espera de resultados les supone un problema psicológico y desean una simulación óptica rápida.

Esta técnica también supone una buena opción para la cabeza para aquellas personas que llevan el pelo rasurado ya que ofrece la posibilidad de marcar sombra de tal manera que el efecto es una cabeza rapada pero con pelo. Las personas que se han hecho este tratamiento quedan altamente satisfechas.

¿Cómo se realiza este tratamiento?

Es necesaria una consulta previa para poder valorar el caso de manera individualizada. Se realiza una prueba de diseño teniendo en cuenta el color de la piel y del pelo del paciente. El número de sesiones necesarias depende de cada caso concreto.

Para la primera sesión elegiremos un tono más claro y una línea frontal menos definida que lo acordado para poder corregir en caso necesario. Cuando ha pasado un tiempo prudencial desde la primera sesión y el cliente se ha acostumbrado a su imagen (recomendamos unos 30 días aproximadamente), se realiza una segunda sesión para intensificar el color y la definición de la línea frontal. En caso necesario se realiza una tercera sesión si el cliente desea oscurecer aún más el resultado.

Una vez realizado el tratamiento hay tomar una serie de medidas de prevención como proteger la zona totalmente del sol, mantener la higiene en la zona y aplicar un producto para regenerar la piel tratada.